Día 11

Fotos: https://picasaweb.google.com/117679226964918536919/Ushu11

Martes 31 de Enero.

La noche anterior en el comedor, mientras esperábamos la cena, habíamos quedado con dos chicas que nos encontrábamos alrededor de las 8/9 en el estar para compartir un taxi hasta el Martial.

Con la suerte que veníamos teniendo, amaneció lloviendo (hice un vercito) y con mucho frío, pero como ese era EL día que teníamos para ir al glaciar llamamos un taxi y nos fuimos hasta allá. El primer tramo (que para mi la ultima vez había sido terrible) nos resultó hiper tranqui con un poquito de agua nieve cayéndonos encima. Ya a la altura del mirador (hasta donde habíamos llegado la primera vez) nevaba con bastante fuerza, pero nos lo tomamos como una fiesta. Cuando llegamos arriba de todo nos encontramos con un cartel que decia "Usted esta viendo el Glaciar Martial" y de fondo se veía un charquito en el piso. Resultó que por la niebla no se lograba ver nada del glaciar.

Volvimos unos metros y agarramos un camino alternativo con el cual pudimos llegar a unos pedazos de hielo que estaban todo nevados y por lo menos no nos fuimos con las manos vacías.
Cuando bajamos la nieve molestaba mucho mas, porque teniendo el viento de frente, nos daba en la cara y nos dificultaba la vista. Abajo nos metimos en la tan ansiada casa del te, en donde se nos unió Matias y nos compramos una tarta de frambuesa con un te raro (yo) y una chocolatada fría tibia (Ivan). De ahí compartimos taxi de vuelta con las chicas que se iban a la excursión de los pingüinos y nosotros al supermercado. Conseguimos cosas para hacer unos panqueques y unos brochettes que quería hacer Ivan, pero no conseguimos la carne para el  mismo, así que cuando llegamos al camping terminamos almorzando unos super panqueques de cebolla y panceta. Como para hacer los panqueques había tenido que comprar 1 litro de leche y un kilo de harina, decidí terminarlos y hacer todos los panqueques que pudiera, ya que ademas habíamos comprado un kilo de dulce de leche.


Después de comer,nos bañamos y nos pusimos a tomar mate con un chico que teníamos visto, que se llamaba Nicolas. Para cuando vinieron Lourdes y Alejo, decidimos hacer los panqueques, con unos submarinos de chocolate blanco que Lourdes quería probar. Mas tarde llegó Matias con una docena de facturas, y mas tarde Macarena y Aldana.
 Entre los 19 panqueques que yo había hecho, los submarinos, mate, facturas, etc se nos hicieron las 11 de la noche y nos mudamos al comedor a cocinar unas sopitas (Ivan , Nicolas y yo) y unos sandwichs de milanesa (Matias) y el resto ya estaba lleno por la merienda.










Despues de la sopita calentita, lavamos todo rápido y nos fuimos a dormir lo antes posible porque había nevado todo el día y hacía mucho frió
.