Día 4

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Martes 24 de Enero

2 am : Me despierto (yo Aída) con la carpa literalmente encima de la cabeza. Se nos rompió otra varilla y ya no tenemos repuesto.
No teníamos muchas mas opciones que seguir durmiendo hasta que amanezca (mínimo). Cuando nos despertamos, organizamos todo como para irnos, pero antes de desarmar la carpa desayunamos tranquilos.
Cuando desarmamos la carpa vimos que el problema había sido que una madera, que suponemos que estaba puesta para frenar un poco el viento, se había caído en la carpa justo a la altura de mi cabeza, y que la varilla me había salvado la vida antes de romperse (q drástica). Terminamo de desarmar y dejamos todo en el refgio asi podiamos ir a comprar viveres.
El plan era mudarnos al Parque, en donde ya habíamos reservado una cabañita muy bonita, pero teníamos que comprar comida, porque ya sabíamos que allá era todo muy caro.

Cuando salimos del super, nos tomamos un taxi y desde ahí llame a la combi a ver si nos podía pasar a buscar.
La cabañita tenia stufita, asi que nos acomodamos tranqui, y organizamos para comer unos fideos con verduritas.
Cuando fuimos al quincho a cocinar, había una excursión que terminaba de almorzar y les sobraban unos choris, asi que nos los donaron (ieiii !! :D)
Mientras comiamos, aparecieron unos Aguiluchos (que después nos enteramos que se llamaban chimagos) que se empezaron a pelear por algunas sobras que había, uno hasta se subió a la parrilla con la intención de robarse un chori (pero no pudo porque estaba muy cerca del fuego)
Despues de comer hicimos un trekking cortito que se llamaba Laguna Negra, en el camino de ida, vimos dos Zorros rojos y nos metimos por un trekking que quedaba en el camino, que rodeaba una islita.
Cuando salimos a la ruta, nos cruzamos con la pareja que habíamos visto en el aeropuerto (Carola y Emir) y quedamos en encontrarnos al día siguiente por el camping, para hacer el trekking del cerro guanaco juntos.

Seguimos para la laguna negra, que era bastante pedorra, en realidad no era una laguna, sino una Turba, y era negra porque tenía un montón de plantas podridas en el fondo.
En el camino de vuelta paramos en la Laguna Verde que era mucho mas bonita.
Ya en la cabaña, nos bañamos con agua calentita y nos pusimos a merendar unas vainillas con matecito arriba de la super cama
Alrededor de las 9 nos fuimos a cocinar los fideos con verduras que no habíamos almorzado, y cenamos en el quincho sin luz y sin sal.