Día 6

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Jueves 26 de Enero

Día de descanzo... Minga!
Nos levantamos alrededor de las 9:30 y nos tomamos unos mates con galles y mermeladita y salimos para el camino del Hito XXIV
Coordinamos con Vanesa, que se estaba quedando en el refugio, y salimos juntos. Nos llevamos un durazno, talitas y agua para el camino. Cuando llegamos a lo que suponemos era Chile nos sentamos a descanzar y tomar unos mates que habia llevado Vanesa, nos comimos lo que habiamos llevado nosotros y probamos unos pretzels. Y si bien el camino no había ningún tipo de apuro, al ser el camino tranquilo, la vuelta fue bastante rápida.
Planificamos hacer una ensalada de papa, palmitos, tomate y zanahoria y agregarle los fideitos que sobraron. Pero, al igual que el primer día, los chicos de la excursión nos dieron 3 choris y... PAN DEL DIA!!!
Así que cambiamos los palmitos por choclo y comimos unos ricos choris con ensalada.
Después de comer nos quedamos un rato en el quincho, porque se largo una mini lluvia, que esperamos que pare, y nos fuimos a dormir una merecidisima siesta como de 15 a 17 hs.
Nos levantamos y salimos a hacer un par de trekkings q nos faltaban hacer y que habíamos escuchado que era mejor hacerlos mas bien a la tardecita.
Hicimos el trekking N°3 para acortar camino, que iba hasta el mirador de La Pataia, pero nosotros no subimos al mirador, y seguimos por el camino.
Despues de acortar camino llegamos al trekking 6 que era el que teníamos la intención de hacer, para ver una castorera en funcionamiento (según decía el mapita) pero no vimos ningún castor.
Casi al final del camino vimos una pareja de patos con 4 patitos bebecitos, y en el camino de vuelta que merendamos en la castorera, vimos un pájaro raro.
Desde el fin del Trekking hasta llegar a la cabaña, nos cruzamos con un montón de animales, (se nota que cuando se van los turistas salen todos a comer) 2 gansos, muchos muchos conejos (algunos negros), un castor a lo lejos, y un par de patos.
Nos bañamos e hicimos una polenta polenta, en el quincho que compartimos con dos chicos que ya habíamos visto en el camping al pasar.
Cenamos casi juntos y nos quedamos charlando y mateando como hasta la 1 am con lo cual Ivan estaba contento porque iba a poder ver las estrellas, pero cuando salimos vimos que estaba muy nublado.
Entre muchas anecdotas y comentarios, creo que sobresale la de PABLO, la cual no me atrevo a contar por miedo que se me aparezca en la puerta de mi casa.
El camino del quincho a la cabaña era muy oscuro, y pudiendo ver solo hasta donde llegaban las linternas de led, parecía bastante el documental de Blair witch.
Cuando llegamos a la cabaña, miramos las fotos y escribimos el diario iluminados por la linterna.

Alrededor de las 3 am, me desperté con un bicho en la cara, el cual lo aplaste y lo tire lejos. Ivan agarro la linterna y se puso a buscarlo, pero no encontró nada, así que suponemos que lo del bicho lo soñé y que en definitiva, me pegue una cachetada y me desperté sentándome al mejor estilo hollywood