Día 7


Nos levantamos tipo 9 para desayunar torta de frutos rojos en el restoran pero no tenían, así que nos volvimos al camping, a tomar mate con galletitas como era usual.
Ya en la cabaña lavamos (lave, yo Aída) la ropa mas sucia (2 pantalones, 1 remera y toda la ropa interior) así nos ahorramos $40 q nos cobraban en Ushuaia por el lundry.
Después nos hicimos una mini caminata por el lago del patio y almorzamos la ensalada con palmitos y fideos (que sorprendentemente quedo muy rica)
Mientras yo  lavaba los platos Ivan tocaba la guitarra, y veíamos como las combis llegaban y se bajaba un montón de gente. Claro, era viernes y un día soleado precioso.
Nos dormimos una siestita, y nos pusimos a ordenar un poco, que teníamos todo revoleado y dejábamos la cabaña al día siguiente. Pero no tardamos mucho, y alrededor de las 17, ya estábamos aburridos  y con hambre.
Nos fuimos a merendar, unos pancitos que nos quedaban, pero como no nos alcanzo, nos compramos unas medialunas con JyQ que nos costaron $8 c/u. Despues Ivan se puso a estudiar un poco y yo a hacer unos sudokus.
Alrededor de las 19, nos fuimos al lago del patio a tocar un poco la guitarra, hasta que hizo mucho frio para tener las manos al aire, asi que guardamos todo, nos bañamos y nos fuimos a hacer una sopita.
Mientras esperábamos en el quincho que se haga la sopa, se largo a llover, y nos pusimos tristes por Lourdes y Alejo que ese día (como estaba lindo) habían armado la carpa, y encima se habían ido a hacer unos trekkings a la otra punta.
Alrededor de las 23, llegaron los dos, con la  buena noticia de que la lluvia los había agarrado ya en la carpa, pero con la mala de que la carpa no era impermeable.
Nos comimos las empanadotas picantes que habíamos comprado a la tarde, nos tomamos un café (YO) y un te (IVAN), esperamos a que pare un poco la lluvia y nos fuimos a dormir